LAURA BOZZO. ¿UN GUSTO CULPOSO O UNA CULPA POR GUSTO?
¿QUE CULPA TIENE FATMAGUL?
¿Por qué seguimos culpando a Laura Bozo de nuestras desgracias? Sé que la señora tiene una personalidad bastante irritante: es prepotente; y el sonido de su voz traspasa los decibeles permitidos… pero ¿De qué exactamente la acusamos?
En Estados Unidos hay una frase muy popular: “guilty pleasure”, que podría definirse cómo un gusto culposo: una sensación que te hace sentir culpable porque te gusta ver el programa/Laura, o, por el contrario, te gusta la idea de ver el programa/Laura caer pero sin ningún remordimiento alguno. En este caso en particular, tengo la acorazonada de que son más peruanos que profesan la segunda opción más que la primera. ¿Pero…de donde proviene esas emociones encontradas? Y sobre todo ¿A quién deberíamos direccionarlo?…. ¿es al programa o a la persona de Laura Bozzo?
Existen varias críticas hacia ambos, pero, cuáles de estos argumentos de la lista se le puede adjudicar a Laura, a su programa, y cuáles no.
En primer lugar muchos hablan del poco tino al momento de ridiculizar a sus trabajadores en vivo cuando las cosas andan mal. En este caso, la culpa es compartida. Pues, sus colaboradores tienen la obligación, para ello les pagan, de presentar e investigar a fondo las historias que llevan al estudio, así sean inventadas, y sea la misma Laura quien tenga conocimiento de causa, es tarea de los investigadores hacerlos ensayar e intentar recrear una situación lo más cercano a la realidad. Ahora… ¿Es llamarles la atención la mejor manera de corregir el error? La respuesta es no. Cualquier libro de dirección de personas puede apoyar esta postura, pero, ¿qué dice el libro de cómo hacer televisión? ¿Se trataría acaso de una herramienta para generar rating? ¿Nos están doblemente engañando? Este tipo de “traspiés” se ha visto anteriormente en talk-shows americanos, y son muchos críticos quienes afirman que se trataría de un momento armado; ya sea para librarse del karma (para desmentir cualquier acusación de hoax) o para subir los índices de audiencia porque es una reacción natural del hombre sentir morbo cuando las cosas cambian de mal a peor. En ese sentido, es culpa íntegramente de la señorita Laura, porque, y cómo ya se ha comprobado fuera de cámaras también, así es su personalidad y carácter: es demasiado reactiva y desea tener la razón cómo de lugar.
En segundo lugar están las acusaciones a nivel de contenidos: violencia, excesos, menores de edad, panelistas falsos, etc. El formato de talk-show de los 80s y 90s se permitía ese tipo de excepciones, claro que si bien no se puede justificar, la verdad del caso es que se tratan de fórmulas televisivas que han funcionado en todos los países. Hay que recordar que incluso el programa de Oprah Winfrey entraba al juego en sus inicios. Por otro lado, existe la opinión de que simplemente representan a un tiempo en la historia de la humanidad cuando nadie se rajaba las vestiduras. Salíamos de la década hippie y entrábamos al del disco-funky-fun; y culpar a Laura Bozo de ser la abanderada de la televisión sensacionalista sería pecar de ignorantes, pues, por esos años no sólo se daba en la televisión sino también en la prensa, radio y en el mismo congreso. Fue una década desastrosa para las producciones nacionales, pero también para la televisión extranjera. Pasaron los años, y Oprah Winfrey se reformó, Monica Zevallos se reconcilió con los peruanos haciendo realidad sus más inalcanzables sueños, el Show de Jerry Springfield se canceló, sin embargo, y después de tantos cambios, cualquiera pensaría que Laura va por el mismo camino; sucede todo lo contrario. Ni se ha blandado ni ha descendido; es la estrella número uno de Televisa, la única peruana que triunfa en la televisión extranjera. Claro que se le puede cuestionar la forma cómo ha conseguido tanto dinero pero sería mezquino no reconocer sus logros. Y es en este punto dónde me quiero concentrar. ¿Los peruanos nos gusta odiar a Laura Bozo? ¿U odiamos a Laura Bozo porque a muchas personas le gusta (siendo esta la principal razón de su éxito: aún hay gente que la ve y son millones)?
Finalmente está la imputación de crear una mala imagen de los peruanos en el extranjero. Aquí hay mucho que desglosar. En primera instancia no es Laura Bozo quien haya creado esos estereotipos; pues, estos han existido siempre a raíz de los prejuicioso de los peruanos hacia otros peruanos. Lo que hizo el programa fue simplemente reflejarlos en televisión nacional, pero, ¿acaso Al fondo hay sitio no bebe del mismo vaso? ¿Han visto las noticias (con historias reales muy parecidas el del talk-show) recientemente? Mientras más denunciemos a Laura Bozo por ello, más difícil nos será erradicarla. El programa de Laura ya no se ve aquí, sin embargo, aún existe racismo, clasismo, injusticias sociales en el Perú. Ahora está la proyección en el extranjero… cómo hemos sido reducidos a carritos sangucheros o polladas; a mi parecer, existen muchas otras razones con las que nos relacionan afuera; contamos con una maravilla del mundo, premios internacionales en gastronomía; las únicas personas que puedan asociar al peruano con estereotipos son las mismas personas que piensan de esa manera. El estigma es agente social, la televisión es sólo el instrumento donde se proyecta.
Por último, no estoy defendiendo a Laura Bozo ni a su programa; simplemente estoy reflexionando sobre el contexto en sí del problema, porque, seguirán existiendo miles de Laura Bozos en el camino (¿Magaly? ¿Peluchín?) pero si sólo miramos el problema desde una perspectiva personalista perdemos el eje del escenario social en el cuál todos compartimos responsabilidades.