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DUELOS DE SISTEMAS: EDUCACIÓN BRITÁNICA VS CHINA

Docu-serie de la BBC nos enseña que es si bien es eficiente, sólo funciona dentro de un sistema ordenado y competente como la china.

Publicado: 2016-06-25

Por un mes, la escuela ubicada en Hampshire, Bonhunt, ha aceptado el reto de acomodarse al modelo educativo del país asiático con una sola intención, comparar cuál de los dos sistemas es mejor… ¿el resultado? No precisamente un cuento chino que digamos. 

Si tu etapa escolar no fue necesariamente la más fructífera en cuanto a conocimientos, y siempre te has preguntado qué pasaría si hubieras estudiado en China, por ejemplo; cincuenta alumnos de dicho colegio experimentaron por cuatro semanas el verdadero significado de la frase “work ethic” en el sentido más nacionalista posible bajo la retórica “luchar por tu país para derrotar al enemigo”… así es, incluso si eso significa tener cinco años y que tu único deber ciudadano sea por el momento aprender correctamente las vocales al final del año.

UN COMIENZO QUE NO APARECE ACABAR

Dicho régimen implica estudiar doce horas al días, siendo las últimas dos, dedicadas a reforzar lo aprendido, avanzar con las tareas que te olvidaste finalizar en casa o incluso, puedes usarlo para desesterarte leyendo algún libro de tu elección, escogidas previamente por el partido comunista del país. En primera instancia, uno fácilmente puede pensar en una cosa: “deserción escolar”. Pues… en realidad, estamos todos equivocados, ya que, al parecer, esta mecánica te obliga a elevar tus propias expectativas y creer en ti mismo por una cuestión de ego.

Todo comienza a las siete de la mañana durante algo que los peruanos conoces cómo formación de los lunes. En ella, izan la bandera y demuestran su amor al país cantando a viva voz su himno. Paso siguiente, realizan ejercicios matutinos por quince matutinos en donde pretenden fortalecer el “espíritu colectivo” consiguiendo que todos se esfuercen por un mismo objetivo: coordinar sus movimientos al ritmo del profesor. Finalmente, escogen entre dos o tres alumnos para que se dirijan al resto de sus compañeros y través de ponencias motivadoras subrayen la idea de que “los profesores no son quienes te jalan, sino, tú mismo.”

“ESCUCHAR, LEER, REPETIR… Y VICEVERSA”

Ya dentro de los salones de clase, los estudiantes son amaestrados a hablar y repetir hasta aprender la lección por definición, cuyo método puede funcionar en algunos, especialmente en aquellos que están acostumbrados a memorizar todo, sin embargo, en un sistema (el británico) en donde se separa a los estudiantes según sus habilidades, dicha decisión puede causar polémica, pues, la clase que según el cronograma original debe terminarse en una semana, los profesores chinos que forman parte de dicho experimento, lo enseñarán en menos de tres horas, y es que, según ellos mismos, la educación británica está retrasada tres días, y sin contar la diferencia horaria.

Este nuevo modelo escolar es tomado con muchas miraditas de desprecio por parte de los profesores estables, quienes se muestran preocupados, especialmente el director, pues, defiende a capa y espada el método europeo y se atreve a comparar al mecanismo nipón como estar en prisión en vez de ser un lugar en dónde los alumnos gocen libremente de su infancia.

En dicho experimento, se impartirán cuatro cursos: mandarín, ciencia, matemática y educación física; y si bien cada uno representa una rama distinta de conocimiento, para el gobierno chino, todas ellas son igual de importante… incluso educación física, la cual, es la encargada de elegir por ti a cuál colegio de secundaria irás según tus calificaciones.

CUATRO MATERIAS EN JUEGO

Tenemos por un lado la asignatura de idioma, la cual, muy aparte de ser una lengua extranjera, resulta totalmente importa y esencial en la maya curricular británica en los próximos cinco años, pues, la nueva generación deberá estar preparada para competir y trabajar con empresas y empleados de dicho país que vendrían a laborar e invertir en el Reino Unido.

Por otro lado, está la clase de ciencia, cuya dinámica europea es dejar que el alumno experimente con los instrumentos, se equivoque y vuelva a corregirse a sí mismo hasta que le quede bien clarito que carajos pasó. En cambio, según la dinámica china, la profesora debe ubicarse delante de los alumnos mientras la observan y apuntan el paso-a-paso cómo lo hizo cuya aplicación lo podrán poner a prueba recién en el examen final.

A continuación está el curso de matemática, el cual, es catalogado por el sistema chino cómo el más importante, caso contrario sucede en el sistema británico, ya que, tomar dicha asignatura es prácticamente opcional.

Finalmente, encontramos la clase de educación física, en donde, más que ser un horario para divertirse y jugar pichanguita con tus amigos –algunos deciden leer a esas horas-, no lo es tan así para el sistema chino, y es que, desarrollar dichas habilidades motrices, forman parte del sistema de salud, implementado por el mismo ministerio, para garantizar una mejor calidad de vida. Durante esas horas, los niños son obligados a no competir consigimismo y sus propias debilidades, sino, correr a lado del niño bala a pesar de que tu peso sobre salta los setenta kilos a tu corta edad de trece años; y en caso de que desapruebes dicha materia, y por más que tengas excelente en matemática, dicho resultado puede afectar de sobre manera tu ponderado final, lo cual, explica el buen desempeño de China en las olimpiadas, y es que, la coordinación, el balance y la tenacidad en el deporte es implementada en sus vidas desde pequeños.

“¿QUÉ DIRÍA CONFUCIO SI VE ESTO?”

Uno de los problemas que se observan durante el proceso es la indisciplina, para la cual, los profesores chinos no están preparados, pues, según su manera de ver las cosas, la escuela está para enseñar y no para educarlos; dejando en claro que ese aspecto en particular es tarea de casa. Y es que, la falta de atención, hablar en voz alta, llegar tarde o incluso interrumpir a la profesora, conllevando a que te boten del salón, es visto para los alumnos chinos cómo una deshonra a la patria. Pero en caso de que ni así desee corregirse, el mismo sistema chino lo presionará a que se re-ubique, pues, el mundo para el cual se están preparando en el colegio es bastante competitivo, especialmente en China, en donde, muy aparte que debes esforzarte más para resaltar en un país con más de mil millones de habitantes, todos están expuestos a constantes pruebas de conocimiento y rendimiento para conseguir y permanecer en el mismo colegio, universidad y/o trabajo.

Sin embargo, dicho problema, empieza a desaparecer cuando los alumnos británicos logran incorporar la dinámica del nuevo modelo, endulzándola con elementos propios de la cultura china, la cuales, ya forman parte de su día a día; como por ejemplo, ejercicios matutinos en la cara utilizando sólo los dedos según el método chino, enseñarles la popular danza del abanico e incluso consiguiendo que aprendan cómo preparar los famosos dumplings, pero sobre todo, impulsando la tarea doméstica de limpiar los salones cómo una terapia que les permita unir el conocimiento con los deberes cívicos. Y es que, la educación sigue siendo el legado más importante que los padres pasan a sus hijos, y así sucesivamente, cómo la mejor arma para defenderse.

Ahora… ¿después de cuatro semanas de tan drástico régimen, cuál de los dos habrá ganado? Para ello, una compañía de investigación evaluará al salón chino con el resto del colegio para diagnosticar la eficiencia de ambos modelos. ¿El resultado final? Pues, tendrán que verlo por su cuenta. Sólo los dejaré con la siguiente frase de uno de los alumnos pocas semanas antes del examen final “Entiendo el concepto, pero no la motivación para conseguirlo”.

Nombre: Are our kids tough enough? Chinese school

Canal: BBC

Episodios: 3


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